La ansiedad es un fenómeno multifacético y polémico,
tanto desde el punto de vista de su conceptualización, si es patológica o no, de las causas que la
provocan, de las técnicas que la evalúa, etc.
La ansiedad es un estado afectivo, una vivencia desagradable,
relacionada con el temor, la intranquilidad,
la inseguridad, que tiene también
una expresión somática, física diversa.
La ansiedad puede ser normal aunque sea algo
desagradable, no tiene que
estar vinculada necesariamente con enfermedad.
¿Cuándo se considera desde el punto de vista
psicológico la ansiedad como algo enfermizo? Cuando hay fallas de atención, memoria, pensamientos
reiterativos.
A pesar de tener el objetivo de atender a algo, no se
puede concentrar y desvía su atención (conocido como distracción).
También muestra dificultades para recordar, se produce
un debilitamiento de los recuerdos de las cosas recientes y/o pretéritas
(conocido como hipomnesia), muchas veces dado por la propia alteración de la atención.
Cuando existe ansiedad hay temor expectante, inseguridad, que
se expresa en el plano del pensar, como ideas sobrevaloradas, como
preocupaciones desmedidas, que
tienen un carácter
dominante (obsesivo) y desagradable para quien las padece.
Cuando la ansiedad es patológica se producen alteraciones en los
mecanismos autorreguladores de la personalidad. Así por ejemplo, se producen
cambios en la autovaloración, la persona deja de confiar en sus posibilidades,
deja de enfrentar las situaciones como lo había hecho.
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Como ya lo mencionamos, es natural en los seres humanos presentar problemas de tipo emocional. Podemos manejar esos problemas por
nosotros mismos, o con la ayuda de nuestros familiares y amigos. Pero, muchas
veces no es suficiente, y es necesario
recurrir de la ayuda de un profesional. . Del mismo modo que cuando se
padece una enfermedad física no esperar a estar muy grave para consultar a un médico.
Por creencias irracionales creemos, pensamos, que si no enfrentamos los problemas, ellos van a desaparecer o
llegaran soluciones mágicas y como eso no sucederá el problema se intensifica
llegando incluso a incapacitarse, en el caso del no poder controlar la
ansiedad, estableciendo, miedos
generalizados, fobias.
La decisión de buscar ayuda profesional es una señal de conocimiento
de sentido común y de confianza en sí
mismo.
Ejemplos de pensamientos y emociones que aparecen con
frecuencia en las personas que sufren de ansiedad y fobias.
“¿Qué pasaría si fracaso en este examen? Mi carrera puede quedar
arruinada antes de empezar. Me siento enfermo solo de pensarlo y, por tanto, no
puedo estudiar. Pero debo estudiar o... “
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“No puedo dar esa charla mañana porque sé que estaré tan nervioso que
olvidaré lo que tengo que decir. Puedo verme allí con todos los ojos mirándome,
sabiendo todos lo nervioso e incapaz que soy”.
“Este trabajo está hecho para
una persona con mi preparación. Debería solicitarlo. Pero esta en el piso en el
piso 10º. No puedo soportar la idea de subir en el ascensor cada día. Si me da
el ataque de pánico, podría gritar o ponerme enfermo. Esto sería terrible y humillante”.
“Cada vez que salgo de casa, mi corazón empieza a acelerarse. Estoy
seguro de que me puede dar un ataque al corazón, como a mi padre que murió de
uno.”
Tanto la ansiedad, como las fobias están basadas en el miedo, ambas
indican el temor a algún tipo de daño o amenaza al propio bienestar. Ese
sentido de amenaza se manifiesta por numerosos síntomas físicos (la ansiedad es
una forma de lenguaje del cuerpo) que, a su vez, pueden producir mayor ansiedad.
Ya no solo es el temor a los eventos que generan ansiedad, si no también malestar
profundo a los síntomas físicos, a que ellos se vuelvan a presentar.
Algunos síntomas de la ansiedad.
Respiración rápida, sudoración.
Aumento del ritmo cardiaco.
Mareo, hiperventilación.
Náuseas.
Dolor de cabeza.
Sudoración.
Sequedad de boca; dificultad para tragar.
Presión en la garganta, opresión en el pecho.
Tensiones musculares, dolores musculares.
Desespero, desazón, deseos de
gritar.
Fatiga, cansancio.
Temblores, tics nerviosos.
Irritabilidad
Necesidad de ir al baño con frecuencia
Sensación de falta de aire, y repentinos acaloramientos. Entre otros
síntomas.
Cada trastorno de ansiedad tiene diferentes síntomas, pero todos los
síntomas se agrupan alrededor de un temor o pavor irracional y excesivo.
Cuando el estado de ansiedad es prolongado o crónico, esos síntomas
que parecen “amenazadores” e “incontrolables”, pueden llegar a parecer una
enfermedad o incapacidad real.
No es raro encontrar a quienes padecen estos trastornos, acudiendo a
servicios médicos de urgencia, pensando
en que, tienen problemas cardiacos, o que van a enloquecer.
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Una de las principales cuestiones que necesitara de aprender la
persona con problemas serios de ansiedad es que los síntomas de la ansiedad no
son peligrosos. Porque si algo refuerza las crisis es el temor a que estas se
vuelvan a presentar.
La ansiedad evaluada como un
trastorno de conducta de tipo emocional, se han convertido en un fenómeno masivo, y por
consiguiente, en un problema social, incluso en los países más desarrollados.
Los trastornos de ansiedad son
una fuente de sufrimiento e incomodidad,
que pueden llegar a incapacitar, como ya lo hemos mencionado, la vida de las
personas, en especial la llamada ansiedad generalizada.
La ansiedad generalizada se establece cuando las personas perciben la
realidad, su medio ambiente de forma muy
complicada, ‘’amenazante’’. Puede tener
causas, componentes tanto biológicos como aprendidos. El estado del sistema
nervioso no siempre juega un gran papel
en la aparición y desarrollo de la ansiedad.
Por ejemplo, los elementos electrónicos del televisor son necesarios
para que éste realice su función televisiva, para la cual ha sido fabricado,
pero al mismo tiempo son necesarios los programas emitidos por los canales
televisivos, sin los cuales el televisor se convierte en mueble. Pero los
programas de televisión no se realizan dentro del televisor. Por lo anterior,
no podemos culpar al televisor por los ‘’desagradables’’ programas que este
transmite.
Los seres humanos durante el
transcurso de nuestras vidas,
producimos nuestros propios programas de
conducta y sus escenarios de vida, los que pueden ser adecuados y positivos, o
patógenos y destructivos. En cada uno de los casos tiene lugar una definida e
irrepetible historia de relación entre nosotros
y el medio que nos rodea.
Los trastorno de ansiedad, suelen estar relacionados con depresión, ira, agresividad y otras alteraciones de la conducta emocional.
Los trastorno de ansiedad, suelen estar relacionados con depresión, ira, agresividad y otras alteraciones de la conducta emocional.
Analicemos el proceso de alteración emocional.
1 Los eventos,
acontecimientos desencadenantes o activadores, (la pérdida de un ser querido,
de un trabajo, un desengaño, una quiebra económica, la pérdida de un trabajo,
una enfermedad entre otros eventos que se consideran activadores.
Las (creencias) o
representaciones que hacen las personas de ese acontecimiento. Me quedare solo,
nadie me quiere, no podré volver a conseguir trabajo, pareja, amigos, Etc.
Las consecuencias o respuestas emocionales que es la que finalmente termina
produciendo la percepción de malestar, dolor emocional. (Respiración rápida, aumento del ritmo
cardiaco, mareo, hiperventilación náuseas, cansancio, dolor de cabeza y de
otras partes del cuerpo, sudoración, sequedad de boca, presión en la garganta,
opresión en el pecho, dolor en los músculos, desespero, desazón, deseos de gritar, miedo.
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Los acontecimientos desencadenantes o activadores; no existen en estado puro; casi siempre interactúan
(tipo de sistema nerviosos, tendencias fisiológicas y sistema de
creencias, racionales e
irracionales, metas, pensamientos, deseos).
Las creencias sobre los eventos activadores son los que en realidad modelan
las consecuencias. Si esto no fuera
cierto todas las personas reaccionarían de la misma manera a eventos
activadores iguales, y la misma persona siempre invariablemente se comportaría
de la misma forma ante los mismos eventos activadores.
Trastorno de ansiedad generalizada (TAG)
Las personas que sufren de ansiedad generalizada suelen
tener este tipo de pensamientos “Siempre pensé que me preocupaba por todo. Me
sentía alarmado e incapaz de relajarme. En ocasiones, la sensación aparecía y
desaparecía y en otras ocasiones era
constante. Podía durar varios días. Me preocupaba acerca de qué iba a preparar
para una cena o qué sería un buen regalo para alguien.
Simplemente no podía despreocuparme de ningún
detalle”. “Cuando mis problemas tocaban fondo, faltaba al trabajo y me sentía
terriblemente mal por tal situación. Entonces, me preocupaba perder el trabajo.
Mi vida era deprimente hasta que obtuve tratamiento”. “Sufría serios problemas
para dormir. Había ocasiones en que me levantaba alarmado en la mitad de la
noche. Tenía problemas para concentrarme, incluso para leer el periódico o ver
televisión.
En ocasiones me sentía un poco mareado. Mi corazón se aceleraba o
latía fuertemente. Y eso me preocupaba aún más. Siempre me imaginaba cosas
peores que la realidad. Si tenía un dolor de estómago, pensaba que era una
úlcera” o un cáncer. Si sentía opresión en el pecho pensaba que podía ocurrir
una crisis cardiaca.
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Las personas con trastorno de ansiedad generalizada (TAG) pasan el día llenas de preocupaciones y tensiones exageradas, incluso cuando hay poco o nada que las provoque. Tales personas esperan desastres y están demasiado preocupadas por asuntos de salud, dinero, problemas familiares, o dificultades laborales. En ocasiones, el simple pensamiento de cómo pasar el día produce ansiedad.
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El TAG se diagnostica cuando una persona se preocupa
excesivamente acerca de diversos problemas de la vida diaria durante por lo
menos seis meses. Las personas con TAG parecen incapaces de
liberarse de sus preocupaciones, a pesar de que usualmente son conscientes de
que su ansiedad es más intensa de lo que amerita la situación. No se pueden
relajar, se asustan con facilidad, y tienen dificultades para concentrarse. Con
frecuencia, tienen problemas para dormir o mantenerse dormidas.
Cuando sus niveles de ansiedad son moderados, las personas con TAG
pueden funcionar socialmente y mantener un trabajo. Aunque no evitan ciertas
situaciones como resultado de su trastorno, las personas con TAG pueden tener dificultades
para llevar a cabo las actividades más sencillas de la vida diaria si su
ansiedad es grave.
El TAG afecta el doble de mujeres que de hombres. El trastorno se desarrolla gradualmente y puede comenzar en cualquier punto del ciclo de vida, aunque los años de mayor riesgo son aquéllos entre la infancia y la mediana edad. Existe evidencia de que los genes pueden tener un papel significativo en este trastorno.
Otros trastornos de ansiedad, depresión, o abuso de sustancias, pueden acompañar el TAG, el cual rara vez ocurre por sí solo.
El TAG afecta el doble de mujeres que de hombres. El trastorno se desarrolla gradualmente y puede comenzar en cualquier punto del ciclo de vida, aunque los años de mayor riesgo son aquéllos entre la infancia y la mediana edad. Existe evidencia de que los genes pueden tener un papel significativo en este trastorno.
Otros trastornos de ansiedad, depresión, o abuso de sustancias, pueden acompañar el TAG, el cual rara vez ocurre por sí solo.
Algunos eventos, situaciones frecuentemente relacionadas con
incremento de la ansiedad
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un trastorno de ansiedad
que se desarrolla después de un evento traumático. El TEPT también se denomina
neurosis de guerra o fatiga de batalla. Eventos frecuentemente
relacionados con (TEPT)
Violación
Asalto
físico
Terremotos
Incendios
Abuso
sexual
Accidentes
en vehículos motorizados
Ataques
de un animal
Tratamiento para los trastornos de ansiedad
Normalmente, el TAG se trata con medicación o con terapia cognitiva-conductual,
TCC, pero las enfermedades coexistentes también deben ser tratadas con las
terapias apropiadas
Con medicamentos
Los medicamentos pueden ayudar a controlar la ansiedad, la depresión y
el insomnio. Generalmente, se usan antidepresivos conocidos como inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). También pueden utilizarse
medicamentos contra la ansiedad a corto plazo o betabloqueantes a largo plazo
para calmar algunos de los síntomas físicos de la ansiedad.
Terapia psicológica
La más indicada por mejor valoración TCC
La ansiedad suele basarse en interpretaciones distorsionadas de la
realidad.
La terapia conductual cognitiva TCC
rechaza, procedimientos que algunos o muchos terapeutas, presentan
como válidos y científicos, las llamadas metáforas físicas y
fisiológicas (metáforas como, campo energetico, Reiki, libido de Freud, la
tensión del campo psicológico, alma, cuántica, etc.)
Recomendaciones para que la terapia funcione
Llegue a tiempo a la consulta.
Venga a cada cita acordada (comprométase con la terapia, si no puede
venir llame y programaremos una nueva cita)
Haga la tarea, (escriba a mi correo, los registros que se le piden. Escuche
las grabaciones de las sesiones de la terapia. Lea y haga los ejercicios de las lecturas
sugeridas) siguiendo estas recomendaciones, usted acelerara los procesos de cambio, así invertirá menos tiempo y dinero (en la terapia presencial).
Dígame si no está satisfecho, que no tiene claro, que le molesta, con
gusto le explicare acerca de sus inquietudes.
No abandone el tratamiento, por lo menos si no piensa seguir hagamos
un ‘’cierre’’ de lo trabajado hasta el momento.
Luis
Alberto Montejo L
Psicólogo
Clínico
Terapia
Conductual Cognitiva TCC
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